Hace un año decidimos dejarnos en paz el uno al otro, que por nuestro bien mutuo era mejor no saber de ti ni de mí. De esa manera tu corazón podría olvidarme, tu mente no me recordaría con dolor, podrías progresar y continuar tu vida corriendo al sentido contrario donde me fui. 

 

  Empiezo a filosofar que desde hace un año tuve el mayor dolor silencioso, pues no solamente tú te fuiste, existen más personas que ya no sé qué fue o es de ellos. No obstante todos a mí no me interesan, de alguna manera me liberé de vibras que oscurecían mi cielo nublado, pero aún así, de entre todos, solo quisiera que regreses tú.

 

  No considero nada un error, dicen que la vida es una y hay que vivirla, y lo hice contigo de la mejor manera que pude. Agradezco que hayas sido parte de un capítulo y de un sinfín de poemas, pero me gustaría más que también seas parte de mi vida. Conforme pasan los años, las posibilidades disminuyen, y aún así nunca dejo de buscarte. Dudo que haya otra alternativa, porque una vez que pase, jamás podré volver a verte.